En este desafío de diseño intrigante, tuve que combinar al azar una marca y un producto para crear una nueva identidad. El objetivo era unir elementos que parecían diferentes y encontrar una conexión creativa entre ellos. La elección aleatoria hizo que fuera un desafío único y complicado, necesitando tanto habilidades técnicas como imaginación para unir conceptos distintos de forma armoniosa. Este ejercicio muestra cómo se puede transformar la diversidad de marcas y productos en una identidad visual que sea coherente y sorprendente, destacando la versatilidad y creatividad en el proceso de diseño.